
¿Te ha pasado que tu tinte químico te delata antes que tu espejo?
Apenas pasan un par de semanas y ya aparece esa línea en la raíz, como si alguien hubiese usado una regla para marcar el contraste.
Ese es el temido efecto raíz.
Y si usas tintes químicos, sabes exactamente de qué hablamos.
¿Por qué los tintes químicos generan un efecto raíz tan notorio?
Los tintes convencionales funcionan así:
- Abren la cutícula del cabello con químicos como amoníaco o peróxido.
- Aclaran tu color natural.
- Depositan un pigmento artificial dentro de la hebra.
Esto altera de forma permanente la estructura y el tono de tu cabello.
¿El problema? Cuando tu raíz natural crece, el contraste entre tu color original y el teñido es tan marcado que se ve como una franja dura y evidente.
Es un ciclo sin fin: tinte, retoque, más tinte... y más daño.
🌱 ¿Y qué pasa con la henna?
La henna es otra historia.
No aclara. No penetra. No daña.
El pigmento natural de la henna (lawsone) se adhiere a la superficie del cabello, envolviendo cada hebra como un barniz vegetal.
En lugar de modificar la estructura interna, se fusiona con tu color base, creando matices únicos y naturales.
🌼 ¿Y qué pasa cuando el cabello crece?
✅ Si aplicaste henna sobre cabello natural (sin tintes químicos), el crecimiento es mucho más difuminado y progresivo.
No aparece esa línea drástica que exige un retoque urgente.
Tu color evoluciona contigo, sin gritar “¡urgente, peluquería!”.
✅ Si tienes muchas canas, es cierto que habrá contraste (de blanco a color), pero incluso ahí, la henna lo suaviza.
El tono se va desgastando lentamente con los lavados, de forma más natural.
Nada de líneas duras ni parches naranjos inesperados.
Tinte químico | Henna |
---|---|
Aclara y modifica tu color base | Respeta y realza tu tono natural |
El crecimiento se ve como una franja | El crecimiento se funde progresivamente |
Requiere retoques frecuentes | Puedes espaciar aplicaciones |
Debilita la fibra capilar | Fortalece, da brillo y grosor |
¿Entonces cuál eliges?
La henna no es solo un color.
Es una forma de reconciliarte con tu ritmo natural, sin vivir pendiente del espejo ni del próximo retoque.
Y si aún no sabes qué tono elegir, te asesoramos.
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